Para comenzar este artículo, lo primero que tenemos que hacer es definir qué es la HRV.
La HRV o variabilidad de la frecuencia cardíaca es la variación, expresada en milisegundos, de tiempo entre un latido y otro.
Para que se entienda mejor, voy a poner un ejemplo:
Una persona que en reposo tenga 60 latidos por minuto (bpm) no quiere decir que su corazón late cada segundo, sino que hay una variablidiad de tiempo entre cada latido. Es decir, se produce un latido y pasa 1,1 segundos y vuelve a latir y a continuación 0,9 segundos con el siguiente latido y así sucesivamente.
La frecuencia cardíaca está bajo control del sistema nervioso autónomo, el que controla las funciones involuntarias de nuestra fisiología y que tiene una rama simpática, que podríamos decir activadora, y una rama parasimpática que es relajante.
Cuando descansamos, el corazón está controlado por el nervio vago y por tanto está bajo predominancia parasimpática. En el descanso, durante la digestión, durante la relajación, durante la atención plena, nuestro corazón está bajo un control de predominio parasimpático.
Sin embargo, cuando estamos ante una situación de estrés, haciendo ejercicio o cualquier actividad estará bajo el predominio simpático.
¿Cuándo puede cambiar el balance simpático/parasimpático?
- Tras la realización de actividad física.
- En situaciones de alarma.
- Cambios emocionales.
¿Cómo podemos medir la HRV?
Para medir la variabilidad cardíaca solo necesitáis una banda pulsómetro (seguro que ya tienes uno para tus entrenamientos habituales), un Smartphone y una aplicación de variabilidad cardíaca. Existen varias apps en el mercado como Elite HRV o HRV4Training.
¿Puede influir la respiración en la HRV?
Hemos dicho entonces que el latido de nuestro corazón está regulado por el sistema nervioso autónomo, es decir que no podemos decidir cuándo nuestro corazón se pone a latir más rápido o cuándo más lento y mucho menos pararlo.
Pero sí que podemos controlar cómo hacer que este latido se acelere o vaya más despacio. Por ejemplo, podemos comenzar a hacer ejercicio y esta frecuencia cardíaca aumentará (es cierto, no influimos directamente, pero podemos hacer ciertas cosas para influir sobre la frecuencia cardíaca indirectamente).
Cuando hablamos de la HRV sabemos que cuando obtenemos unos datos elevados se correlaciona con un predominio parasimpático y viceversa, cuando el valor que nos da es bajo, se trata de un predominio del sistema nervioso simpático.
Ya hemos hablado en este blog sobre cómo puede afectar la respiración y la manera en que respiramos a nuestro desempeño deportivo, a nuestro rendimiento, incluso al descanso.
Como el hecho de respirar por la nariz o por la boca puede afectar a cómo nos encontramos, cómo nos sentimos.
Sabemos que gracias a alargar la espiración podemos relajarnos y aumentar la rapidez con la que nos recuperamos de un esfuerzo y esto es debido a que la espiración está íntimamente relacionada con la activación del sistema nervioso parasimpático.
Por el contrario, cuando aumentas la frecuencia de respiración podemos activar de manera rápida el sistema nervioso simpático y veremos cómo nuestras pulsaciones aumentan.
Experimento casero
Para ver cómo influye la HRV y la respiración realicé este experimento casero en el que lo que hago es ver cómo cambiando el patrón respiratorio y la manera en la que respiro (primero por la nariz y luego por la boca) la medición que estoy haciendo de la HRV se ve modificada.
Os dejo el vídeo a continuación.
CONCLUSIÓN
Este experimento nos demuestra la importancia una vez más que tiene la respiración en diferentes ámbitos de nuestra vida y de nuestro día a día.
Si nosotros en situación de reposo, de descanso no tenemos una respiración calmada, pausada y nasal vamos a tener el sistema nervioso simpático sobreactivado con todas las contraindicaciones que esto tiene en la salud.
Por eso es fundamental el tener un control de nuestra respiración primero en reposo, para que después lo podamos transferir al ámbito deportivo.