Cualquier movimiento que realiza la musculatura esquelética va a producir un gasto energético. Para obtener esa energía, nuestro cuerpo metaboliza los alimentos que consumimos regularmente en la alimentación diaria.
Se define como Balance energético a la relación existente entre el aporte de energía a través de los alimentos y el gasto energético.
El ser humano tiene diferentes maneras de gastar esa energía que produce:
- Tasa metabólica basal: corresponde a la energía requerida por el cuerpo para mantener la homeostasis, dentro de este proceso se engloban diferentes funciones como son el gasto de energía de la respiración, del sistema cardiaco, mantener la temperatura corporal…
- Efecto termogénico de los alimentos: se trata de una referencia al aumento de la tasa metabólica que se produce después de la ingestión de alimentos debido a la diferente composición de cada uno de ellos. Es decir, cuando comemos gastamos algo de energía en digerir, absorber y almacenar los nutrientes de los alimentos que hemos consumido.
- Gasto energético procedente de la actividad física: que se puede diferenciar entre energía física involuntaria o no asociada al ejercicio (NEAT) o aquella que sí que va a venir propiamente de la práctica deportiva.
La Tasa Metabólica Basal (TMB) se puede calcular por diferentes métodos, existen múltiples fórmulas que nos pueden hacer de referencia para llegar a conocer las calorías que una persona consume en su metabolismo basal (por ejemplo mientras duerme).
Son fórmulas más o menos complejas que en función de los datos que se cojan van a llegar a ser más precisas o menos. Aunque siempre van a tener un margen de error relativamente alto.
Algunas de esas ecuaciones son la ecuación de Harris-Benedict que tiene en cuenta la edad, el peso, la altura y el sexo para establecer esa TMB y a la que multiplicaríamos por el factor de actividad (en relación a la intensidad del ejercicio) para llegar a conocer las calorías totales quemadas en un día.
Otro ejemplo puede ser el método de Katch y McArdle (KA), que toma en cuenta la composición de tu cuerpo para llegar a su TMB y por esta razón se considera un método más preciso, aunque también puede fallar y desde luego no es el mejor método para poder calcular el metabolismo de una persona.
La manera más precisa para poder calcular la Tasa Metabólica Basal es a través de una calorimetría indirecta por análisis de gases.
En esta prueba se analiza el volumen de oxígeno inspirado/consumido y el volumen de dióxido de carbono espirado/producido.
Se trata de un test muy sencillo que tiene una duración de entre 10-20 minutos y este nos va a dar información muy valiosa sobre nuestro metabolismo en reposo y el tipo de metabolismo que tenemos, diferenciando si se trata de un metabolismo rápido o lento.
Además nos va a proporcionar los valores de RER, que se trata de la relación de intercambio gaseoso y que nos indica si consumimos más grasa o hidratos de carbono a través de los gases inspirados y espirados.
Valores de RER cercanos a 1 nos indica que el metabolismo es mayoritariamente de hidratos de carbono y valores cercanos a 0,7 un metabolismo mayoritariamente de grasas (lo que en una situación de reposo es más saludable).
¿De qué depende el valor de RER? O ¿Qué factores influyen en el RER?
- Dieta alta en hidratos de carbono sube el RER
- Dieta alta en grasas saludables baja el RER
- Superávit calórico aumenta el RER
- Déficit calórico disminuye el RER
- Aumento de la masa grasa total (obesidad) disminuye el RER
- Aumento de los depósitos de glucógeno aumenta el RER
- Disminución de los depósitos de glucógeno disminuye el RER.
- Crecimiento disminuye el RER
- Embarazo aumenta RER
- Gluconogénesis disminuye el RER
- Lipogénnsis de novo aumenta el RER
- Entrenamiento disminuye el RER
- Diabetes tipo 1 disminuye el RER
Para conocer cómo funciona el metabolismo de una persona lo que hay que hacer es evaluar y medir la Tasa metabólica basal para saber desde dónde partimos antes de ponerse a idear dietas o planes de ejercicio e individualizar al máximo cada persona.
La mejor opción sin duda es realizarse una calorimetría indirecta y de esta manera tener conocimiento más preciso de cómo funciona nuestro cuerpo.
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